martes, 16 de agosto de 2011

Pompas de jabón



Mi querido Lobo,

Esta mañana al levantarme, cuando entré en el lavabo y cogí la pastilla de jabón para asear mi cara y mis manos, tu recuerdo vino a mí con una intensidad abrumadora.

Mientras el agua caía fresca en mis manos y acariciaba con ellas el suave jabón para sacar su esencia, alcé mis ojos al espejo pero no vi mi cara reflejada en él. Era tu rostro sonriente el que veía...

Cuando iba pasando la pastilla de jabón por mi rostro, al tiempo que notaba su suavidad y cálido perfume, no era ésta la que tocaba mi piel... era tu esencia la que con  mis ojos cerrados iba expandiendo por mis mejillas... labios... cuello... y pecho... Era tu líquido el que notaba... pues tantas y tantas veces te había lavado la parte de tu anatomía que más me gustaba y más feliz me hacía, que toda tu esencia se hallaba concentrada en esa pastilla de jabón.

Y ahora estabas de nuevo aquí, entre mis manos... para dejarme disfrutar una vez más de ti...

Pasaba mis dedos llenos de espuma por mis pechos desnudos... por mi cuello... notando "tu" suavidad... tu calidez... hasta llegar al contorno de mis labios donde dejé que éstos jugasen con la punta de mis dedos, tal y como hacía cuando tu estabas aquí y me mirabas con la respiración agitada esperando a que llegase el momento en que cambiara mis dedos por tu magnífico pene.


Pero yo seguía allí... jugando con la punta de mis dedos y sintiéndote... hasta que sin querer abrí mis labios para degustar tu esencia y un desagradable sabor a jabón me hizo abrir de golpe los ojos y volver bruscamente a la realidad.

Aixsss... mi Lobito... cuánto te echo de menos....

Tuya para siempre,


domingo, 7 de agosto de 2011

Recomponiendo mis vestiduras...

  Mi querido Lobo,

Una vez más la desgracia tocó a mi puerta y perdí a otro amigo. Alguien muy especial para mí que siempre me ayudó en los momentos más duros de mi vida y ahora ya no está...

Si, ya sé que la muerte como tal no existe, que nuestra alma es eterna y sigue bien viva su camino de evolución, pero duele... duele mucho no poder verle físicamente ni abrazarle o pedirle un consejo.

Él era una de estas personas que piensan más en los demás que en sí mismo, alguien siempre dispuesto a ayudar aún en detrimento suyo. Él fue mi guía en muchos momentos de mi vida, me enseñó casi todo lo que sé de metafísica y consiguió que aprendiera a relajarme y dormir sin necesidad de tomar pastillas en una época de mi vida donde todo lo veía negro. Él era en definitiva un ser especial.

Y ahora ya no está.

Quizás por esto es por lo que encontré al final las fuerzas para volver a escribir, porque comprendí dentro de mí (no como una mera teoría) que la vida son dos días y hay que disfrutarla al máximo. Esto es algo que siempre supe, pero la pérdida de mi gran amiga y la separación forzosa de mi Lobito me sumieron en una depresión y apatía difícil de superar. Ni tan siquiera podía ir a veros a vuestros bellos blogs cargados de erotismo y pasión porque me recordaban demasiado a mi Lobo y me echaba a llorar. Por eso decidí dejar todo y adormecer mi cuerpo y mis sentidos.

Pero la pérdida de otro buen amigo me hizo reaccionar. Yo estoy viva. Estoy en un cuerpo de carne que siente, que ama, que necesita ser amado, mimado, cuidado...  Y lo primero que hice fue escribirle a mi Lobito contándole lo que me pasaba porque hasta de él me había alejado y ya ni le telefoneaba ni escribía. Su reacción no se hizo esperar y me llamó enseguida para intentar aliviar mi pena y dejar bien sentado que él estaba ahí... que siempre estaría conmigo a pesar de las distancias y circunstancias.

Está visto que es un verdadero cielo y que por más que queramos siempre estaremos unidos. Sus palabras de aliento en ese momento y sus consejos con otros problemas que me han ido apareciendo a lo largo de estos meses, dejan bien sentado su cariño por mí. Es más, nunca nadie me ha defendido de los ataques de los demás, siempre he tenido que ser yo sola la que me enfrente a todo porque ni mi esposo ha sido capaz de ello. Y cuando una va cumpliendo edad y se siente cansada, es muy de agradecer que haya alguien que coja las riendas y saque la cara por ti para evitar que te sigan vapuleando y tratando de idiota, pues el que te calles no significa que lo seas, sino simplemente que estás ya cansada de luchar.

Cansada de luchar... pero no de amar. Así es que queridos amigos, vuelvo a reabrir mis "Cartas" porque es más el dolor de no poder expresar y tener que callar lo que siento, que el que puedo sentir al rememorar mis peleas y revolcones con mi Lobito. Porque una vez pasado el momento de dolor por mi nueva pérdida, volvimos a pelearnos como siempre.

Como veis, es todo un cielo... ;D


Mil besitos de chocolate,