jueves, 22 de diciembre de 2011

Una "chupadita" especial...

 Hola Lobito,



Son las 4 de la tarde, está lloviendo a cántaros como cuando nos conocimos y por más que lo intento no consigo cubrir todo mi cuerpo con el paraguas al bajarme del taxi frente a la puerta de los apartamentos en donde hemos quedado.

Mis piernas tiemblan no se si de frío, o por los nervios que tengo ante la expectativa de volver a verte de nuevo y sorprenderte una vez más... Cuando toco a la puerta donde ya me esperas impaciente, mi blusa está empapada y se transparentan mis grandes y preciosos senos. Pero no hago nada para cubrirlos, quiero que nada más verme ya te empieces a relamer de gusto.

Abres con cara de mal genio porque me he retrasado cinco minutos escasos y sin darte tiempo a gruñir más me abalanzo sobre tí echándote mano al paquete mientras te muerdo los labios en lo que creías iba a ser un simple beso de cortesía...


Te abrazo... me refriego contra ti aplastando mis mojados pechos en tu pecho de Lobo mientras mis manos buscan con desespero la cremallera de tus pantalones. Una de ellas por fin la encontró y se introduce con pasión en ellos para agarrar tu pene por sobre los calzoncillos, mientras la otra te acaricia tu precioso culo... Mmnnn.. cuánto tiempo sin tocarte... sin sentir cómo crece en mis suaves manos ese gusanito enclenque para convertirse en una enorme butifarra. Siempre me ha maravillado el ver cómo esto es posible, el sentir el suave movimiento de la crecida en mi mano...


Empiezas a jadear porque también me has echado mucho de menos y tus manos buscan desesperadas los botones de mi blusa para liberar mis pechos mientras caminamos como podemos hacia el sofá.
Por fin sueltas el sujetador que me los oprime y saltan ligeros hacia ti... hacia tu boca que los busca para morderlos, chuparlos... para hacerme estallar en quejidos de placer. Pero no te dejo casi, pues yo solo deseo inclinarme hacia tu pene y ponerlo al fin entre mis labios ahora que ya está bastante grande. Es tan maravilloso... que mis braguitas ya están irremediablemente mojadas.


Te pones en pie mientras yo permanezco sentada en el sofá para que así tu enorme miembro quede a la altura de mi boca y empiezo a darte besitos suaves desde la punta hasta su base mientras te miro con fuego en los ojos ardientes de deseo. Tu te dejas hacer... pero al poco ya están tus manos estrujando mis pechos y retorciendo mis pezones hasta que me haces gritar de placer. Si sigues así, no llegaré a la cama... me iré mucho antes de empezar siquiera a mamártela en condiciones... Pero no te importa, te gusta verme con esa cara de viciosa y de gusto ante lo que sé va a suceder. Yo sigo jugando con tu ya enorme pene y estoy dandole suaves lamidas desde su base hasta la punta como una gatita en celo. Mis labios están bien ensalivados para que resbalen sin dificultad por él y cada vez mis lamidas son algo más rápidas entreteniéndome en su punta rodeándola con mi lengua.. mmmnn... cuánto tiempo.... Es maravilloso sentir sus gotitas que ya van cayendo sobre la punta de mi lengua y repartirlas con ella alrededor de tu glande.... Tu quieres más... deseas que me la meta ya toda entera en mi boca... Pero no... no te hago ni caso y sigo jugando para ponerte todavía mas nervioso...


Ahora bajo lamiendo hasta la base y al llegar a tus huevos los lamo con fruición. Mmnnnn.... que ricos... sobre todo porque ahora ya no me ahogo con tus pelos jejeje... se ven preciosos todos depiladitos y disfruto como nunca con ellos mientras te introduzco uno de mis dedos en tu boca para que lo ensalives bien, cosa que aprovechas para jugar con él y demostrarme cómo deseas exactamente que lo haga con tu pene. Pero no te hago caso... yo sigo a la mía jadeando sin parar porque creo moriré del placer que ya estoy sintiendo.

Cuando sueltas mi dedo, te agarro con fuerza el cachete del culo y mientras me introduzco un trocito de pene en mi boca, agarro ahora ya con mis dos manos tu culete para abrírtelo e introducirte ese dedo que tu mismo ensalivaste a base de bien.

Ahora ya no puedes controlar tus manos en mis pechos y me los estrujas con pasión, sobre todo, porque cuando empiezo con el vaivén de mi cabeza notas algo extraño en tu pene... es una sensación desconocida pero muy agradable... Al salir el pene de mi boca notas una suave rascadita que te hace retorcer de placer no solo por lo placentera que es sino por lo extraño. Tu que siempre lo controlas y lo sabes todo no tienes ni idea de qué está pasando, y mientras tanto yo, sigo disfrutando contigo y mirándote descarada a los ojos para ver reflejada tu extrañeza en ellos y divertirme de lo lindo.


 No dices nada, te dejas hacer por miedo a que me mosquee y pare. Yo sigo lamiendo... chupando... rodeando tu glande con mi lengua e introduciéndome tu pene cada vez más en mi boca mientras mis manos te estrujan suavemente y mis uñitas siempre largas rascan tus huevines. Y... otra vez vuelves a sentir esa sensación cuando casi me lo saco de la boca. Otra vez esa suave rascadita que te vuelve loco de placer.


Como no aguantas más, te separas de mí como puedes porque yo no estoy por la tarea de dejarte marchar y ayudándome a levantar del sofá nos dirigimos a la cama entre risas y toqueteos... Y ahí es donde descubres el misterio, el por qué de esa rascadita con cada movimiento de mi cabeza, pues mientras me río te sorprende ver algo en mi boca, es algo apenas visible pero que te tiene intrigado y sorprendido porque cuando lo ves claramente no das crédito a tus ojos. Si mi Lobito... después de tantos años me he decidido a alinear mis dientes y me han puesto braquets en un par de ellos, y es esto precisamente lo que tu notas si yo así lo deseo, pues solo tengo que inclinar un poco más mi cabeza y dejar que la cara externa de mis dientes paseen sobre tu piel y sientas el suave roce de los braquets de porcelana, pues como comprenderás no voy a ser tan basta como para ponérmelos de hierro. Los elegí así solo pensando en tu cara cuando te hiciera una mamada con semejante artilugio jejeje.... Y como ves, hoy por fin ha sido el gran día en que hemos podido comprobar como es follar mi boca con cacharritos dentro.


Después de la sorpresa inicial, nos revolcamos por la cama besándonos, abrazándonos, tocando todos los rincones de nuestros cuerpos con manos, labios y lenguas, hasta que estoy que no aguanto más y solo deseo sentir de nuevo tu miembro en mi vagina que está casi cerrada de no usarla en todo este año...



Tu, aunque estás deseando que siga mamándotela y termine el trabajo empezado, te da morbo el sentir una vez más lo que es entrar en un interior sin apenas usar... un interior que está casi virgen y poco menos que lo tienes que abrir y desvirgar a fuerza de empujones con tu tremendo miembro y te deleitas en mi cara de placer y miedo a partes iguales, pues aunque no diga nada para no volver a hacer el ridículo como aquella primera vez, tengo miedo de que me hagas daño con tu enorme pene porque sé que mi chichi está cerrado.... y esto todavía hace que babee más... mucho mas... pues el placer unido al miedo y la intriga aumenta su potencia y te hace volver loca.


Cuando coges tu miembro y paseas su cabeza por mi clítoris para comprobar lo chorreante que estoy y repartir bien todo ese jugo, me retuerzo de placer y deseo como una serpiente... Como no entres pronto creo que gritaré. No puedo parar de moverme y jadear sonoramente y te empiezo a insultar por lo que me haces esperar. Eres un cabronazo inmenso, un cerdo sin nombre. Hasta que por fin, ante la inminencia de tu estallido, entras con un par de empujones en mí porque no lo has podido hacer de una sola vez ya que el agujero se resistía y te daba miedo hacerme daño. Por eso, sales y entras un par de veces más hasta que por fin la notas toda entera dentro de mí... Yo ya no sé quién soy ni qué hago... solo puedo gritar y sentir... Siento como todo estalla dentro de mí sin poder ni quererlo evitar y grito... grito y jadeo como si me estuviesen matando porque al fin y al cabo esto es lo que está pasando, pues me estás matando de placer.



Cuando por fin todo cesa y recompongo mi respiración, te veo mirándome con ojos picarones y riéndote de ver lo bien que me lo he pasado. Pero tranquilo, no me he olvidado de ti... Te tumbo boca arriba con un gran cojín bajo tus caderas y me estiro entre tus piernas abiertas para tener justo en mis labios tu bello pollón. Tu ya te relames de placer porque sabes que ahora ya solo estaré por ti sin importarme nada más, solo tu verdadera y auténtica satisfacción. Así es que recojo mi pelo en una cola y empiezo a lamerte despacio los muslos... las ingles... Paso mi lengua bajo tus huevos para después metérmelos en la boca y chuparlos como si fuesen caramelos mmmmmnnn.... solo que están mucho más ricos. Acto seguido empiezo a lamer tu pene rodeándolo con mi lengua mientras suspiro sin poderlo evitar, hasta que llego a su punta y la lamo con fruición para después metérmela en la boca con sumo cuidado. Esta vez inclino mi cabeza y así cuando entra va super suave con mi saliva, y cuando sale, mis braquets resbalan también por ella produciéndote cosquillitas. Te gusta tanto esa sensación, que empiezas a jadear y agarras mi cabeza para imponer el ritmo que te gusta. Como es tu momento me dejo hacer y no protesto, dejo que seas tu el que dirijas... el que lleves el ritmo... ahora lento... ahora más rápido... Y a pesar de ello yo también empiezo a jadear y cuando menos lo espero tengo otro estupendo orgasmo, tanto es así que estoy a punto de cerrar mi boca y morderte. Te asustas pero eso solo hace que te excites más... nuestros jadeos se juntan y como ya no aguantas más me cojes, me das la vuelta y en un plis-plas me veo tumbada boca arriba contigo encima de mí y tu pene en mi boca sin darme tiempo ni a protestar. Pero no importa, lo único que deseo es tenerla entre mis labios y chuparla... chuparla a tope para hacerte estallar y volver a sentir tu esencia calentita en mi.



Te agarro el culo para que te muevas mejor y no paras de salir y entrar en mi boca... Deseo gritar, insultarte... pero no puedo. Una vez más solo puedo sentir y disfrutar del placer de verte como un animal salvaje mirándome con los ojos ardientes y jadeando... Hasta que me dices: "Nena, prepárate que voy"... y con un gran gruñido dejas soltar de golpe toda la leche retenida por tanto tiempo. Aaaaggg.... Me inunda la boca hasta tal punto, que sin poderlo evitar me trago gran parte de ella. Pero no importa... todavía me queda alguna en mi boca, la suficiente para dejarla resbalar por mis comisuras mientras te miro descarada pero agotada, y tu empiezas a restregármela por la barbilla... cuello... pechos....

Si mi amo, mi lobo...mi maestro... restriégamela por donde tu quieras, pues mi cuerpo te pertenece por entero y puedes hacer todo lo que te plazca con él.

Júlia,
Tu Isla Encantada...



¡FELICES FIESTAS AMIGOS MÍOS!

Como me cuesta mucho escribir porque me duele su ausencia y hacerlo es recordarle todavía más, hoy os he traído uno de los correos que le escribí hace poco a petición suya, pues a veces me pide que le explique punto por punto qué le voy a hacer cuando nos veamos. Espero que os haya gustado y no os hayáis aburrido con lo largo que es. Pensé partirlo en dos posts, pero al final preferí dejarlo tal cual está porque es así como se lo envié.

                                                                                  Besitos...
                                                                                               Júlia