domingo, 26 de agosto de 2012

Qué soy realmente? Hacia dónde voy?...


Mi querido amigo,

Desde hace varios días no paro de pensar y preguntarme qué soy respecto a mi Lobo? ¿Una sumisa... simplemente una persona sin dignidad... una puta... o una masoquista?

 Esto último no creo porque nunca me ha pegado ni yo a él, pero sin embargo si que a veces me trata bastante mal en sus mensajes al móvil o e-mails que me envía, y aunque me enfado y empezamos a pelear, cuando nos vemos nada de esto es así. Cuando estamos juntos no me dice ningún improperio de los que me escribe y cuando le reto a hacerlo solo sonríe y se calla. Aunque es cierto que a veces, cuando más animado está si que me dice que soy su puta, solo de él... Pero nada más.

Con algunos de sus e-mails he llegado incluso a llorar y a despedirme de él para siempre, pero al final, no puedo hacerlo y él tampoco, y estamos en un juego de "tira y afloja" de nunca acabar. Es más, creo que si alguna vez ya no le siguiera el juego nuestra relación (o lo que sea) habrá terminado, pues mis cabreos y respuestas le dan la chispa que necesita para no aburrirse, pero a veces duelen mucho sus palabras.

No obstante el otro día cuando nos vimos me asusté. Yo estaba sentada y él permanecía de pie con su pene a la altura de mi boca... Me lo estaba comiendo tan feliz cuando me dijo que le avisara cuando fuese a tener un orgasmo, que no le mintiera y le avisara antes de tenerlo. Me quedé parada porque nunca le miento, y más que nada porque a veces tengo varios suaves y no se reconocerlos porque nunca me había pasado, tan solo me pasa con él y desde hace poco. Solo se que a veces mi cuerpo se estremece de los pies a la cabeza como una ola placentera mientras mi respiración se acelera y después todo pasa.... entonces ya estoy más tranquila y me puedo dedicar por entero a complacerle sin pensar en mí.

Sobre todo me pasa cuando estando así, disfrutando ampliamente de su gran pene, me quita la blusa y empieza a masajear mis pechos y mis pezones con una destreza asombrosa... Al poco, mi respiración cambia y sin poderlo evitar le agarro fuertemente los glúteos o incluso he llegado a hincarle las uñas en sus estupendos muslos que me chiflan, y él sigue... y sigue... hasta que me pongo a temblar y después todo cesa. Por eso esta vez me instó a que estuviese atenta para que aprendiera a distinguir una gran excitación de un orgasmo, bajo amenaza de que si no le avisaba cuando estuviese a punto, como castigo no me follaría cuando fuésemos a la cama. Así es que por la cuenta que me traía en cuanto me sentí así le avisé y ahí es cuando me asusté: Él estaba torturando ricamente mis pezones y al avisarle subió una de sus manos hasta mi cuello agarrándomelo... En un segundo pasó por mi imaginación lo que a veces he leído, que hay personas que cuando van a tener un orgasmo les gusta ser estranguladas, y sin poderlo evitar me entró el pánico y le miré tan asustada, que antes de que pudiese protestar él se dio cuenta y dejó mi cuello para subir hasta mejilla, pero lo que vino a continuación me dejó muy parada. Simplemente me dio una bofetada suave, -callé- después otra y  una tercera más fuerte pero sin hacerme daño. Me quedé tan sorprendida que no pude ni hablar y él no comentó nada, solo siguió disfrutando de nuestro encuentro.


Es la primera vez que ha hecho algo así. Tan solo otra vez hace tiempo se le ocurrió darme una palmada en el trasero mientras le hacía una fellatio, y lo mismo... callé porque me sorprendió y porque sabía por mi amiga que a algunos hombres les excitaba hacer eso, pero vino una segunda más fuerte... y otra tercera que me hizo verdadero daño, pues con cada palmada iba aumentando la intensidad. Entonces, sin pensarlo me separé rápidamente y le espeté toda cabreada que qué hacía... _Tranquila -contestó- esto es normal, muchas parejas lo hacen y no pasa nada, a mi me gusta. Pues a mi no! -le respondí- además, sabes que tengo fibromialgia y no quiero que nadie masacre mi cuerpo más de lo que ya está. Y esa fue la primera y última vez que hizo algo así hasta el otro día. Por eso no lo entiendo. Porque a pesar de su mala lengua siempre ha sido muy respetuoso con mis deseos y con todas las amantes que ha tenido, pues por muy macho que se haga, en cuanto una mujer le suelta una lágrima, se desmonta como un castillo de naipes.

¿Qué le pasa? ¿Acaso está sacando ahora su verdadera personalidad... o es solo que ya le aburre el sexo tal cual (o vainilla como dicen) y busca sensaciones más fuertes?

Siempre ha sido muy mandón conmigo, pero desde que nos hemos vuelto a ver después de estar dos años separados, se ha vuelto mucho más y más gruñón. Y yo sigo ahí... aguantándolo y queriéndolo... Es más, no sé si es por esto, por la ausencia tan prolongada que hemos tenido, o por la menopausia... pero el caso es que nunca he tenido tantos orgasmos como ahora ni he disfrutado con tanta bestialidad del sexo y de mi cuerpo. Por eso mi pregunta ¿qué me pasa... por qué lo aguanto todo?


Según tengo entendido las sumisas deben hacer todo lo que sus amos les ordenan (hasta aquí somos iguales) pero también les pegan y castigan con azotes, etc. y varias normas más que en nosotros no existen. Si es cierto que él me dicta como me he de vestir, maquillar y peinar, cuando nos vamos a encontrar, y lo hago porque si no, no hay quien le aguante el mal humor que se le pone. Pero nada más. Por otro lado, cuando terminan su juego, el amo siempre acaricia, besa y abraza a su sumisa porque la cuida con esmero... Y él no quiere saber nada de mimos al acabar y cuando me escribe, siempre recalca que no tengo dignidad por aguantarle todos sus caprichos. Me lo dice porque sabe que es lo que más daño me hace, pero cuando no aguanto más y deseo romper, me habla bien y me dice que es todo un juego sadomasoquista sin ninguna importancia. Y yo ya no sé qué pensar... A veces siento que es así en realidad, pues se que como persona me admira y me tiene gran cariño, pero otras... duele tanto... que me hace sentir muy mal por dentro y con ganas de tirarlo todo por la borda.

Mi querido amigo desconocido ¿me puedes ayudar a intentar comprender dónde encajo?


Mil besitos confusos,

Tu Isla Encantada...

jueves, 16 de agosto de 2012

Emociones Encontradas...


Mi querido amigo,

Como ves estoy de nuevo aquí escribiéndote mis cartas, esas cartas tan íntimas y personales... Cierto que lo quise dejar, no por nada, sino porque la tristeza me ahogaba y era incapaz de escribir. Pero mi deseo de poder comunicarme y ser comprendida es mayor que todo eso y por ello vuelvo donde lo dejé, porque en realidad nunca lo he llegado a dejar del todo, ya que mentalmente seguía escribiendo estas tórridas cartas a mi Lobo y a ti, mi amigo incondicional.



Emociones encontradas....

Llegó y se fue... Al principio creí sentirme mal, como que algo me faltaba... pero no es así. Estoy feliz. Tranquila. Por una vez hemos sido sinceros y hemos hablado bastante. Se dejó abrazar... me dejé abrazar... dormitar entre sus brazos con mi cabeza en su pecho mientras él se recuperaba y hablaba... Me contaba de su última novia pero no sin antes preguntarme si deseaba oírlo. ¿Cómo decirle que no? a pesar de mis temores deseaba saber... Y estaba tranquila. Segura. Tanto, como nunca lo había estado.

Cuando dudo, cuando el "curcó" de mi cerebro ataca, solo tengo que pararme y decir: "A ver Julia, ¿qué sientes? mira en tu interior sin pensar y mira qué sientes, que te dice..."  Y entonces renace la calma o la alegría.

Otras veces -como hoy- es una seguridad que no se expresar en palabras porque no sé de dónde viene ni por qué, pero no me importa. Hace tiempo que dejé los razonamientos para guiarme por los impulsos y confieso que desde entonces me va mucho mejor y me ha quitado mucha angustia.

Hoy, era como saber desde el fonde de mí que nunca le perderé. Que hay algo mucho más fuerte que lo físico que nos une y siempre lo hará. Por eso no pude sentir celos ni nada parecido cuando me hablaba de ella. Al contrario... le dije con sinceridad que esta mujer me gustaba para él. Es más, según que cosas me explicaba, pensé que me gustaría tenerla como amiga, pero para nada como enemiga porque en ese caso tenía que ser tremenda.

Nos reímos pero no de ella, sino de nosotros mismos. Éramos como dos niños pequeños y de verdad que me alegré mucho por él, porque me dio la impresión de que yo ya no podré estar mucho tiempo con él ni en esta bendita Tierra...

En un segundo comprendí que mi cuerpo no aguantará mucho más y me sentí como una madre que puede descansar al fin sabiendo que su hijo está en buenas manos. (Algún día os explicaré por qué estas reflexiones)

Nos levantamos, nos arreglamos... y seguimos hablando de otros temas. Le dije que él en realidad no sabía nada de mí, que no me conocía ni sabía nada de mi interior (pero sin acritud, simplemente constatando un hecho) y cuando se marchó una gran sonrisa iluminaba su cara porque al fin conseguí que cayesen todas sus barreras.


Si... hoy por fin salió el Sol en mi vida y llegó la primavera. No solo en la naturaleza, sino en mi corazón.

Hoy es un día a recordar... (20 marzo de 2012) Por mi cambio interior y porque le declaré como si tal cosa que le quería, cuando estábamos abrazados.

No fue un "te quiero" ni nada por el estilo, fue algo natural que salió en mitad de la conversación, simplemente y en el mismo tono en que hablábamos le dije que yo también le quería... Se quedó parado como sin dar crédito a lo que oía y entonces continué:

- Si... ya sabes que estoy enamorada de ti, que siempre lo he estado, desde el principio. Desde el día que te conocí.
-Nunca me lo habías dicho -contestó- No lo sabía... Siempre me decías que estabas enamorada de tu marido y que lo mío era solo sexo.
-Claro, porque te conozco y sé que hubieras salido corriendo. Te lo decía para no perderte. Pero no te hagas el tonto porque siempre lo has sabido incluso mucho mejor que yo. O a lo mejor, es que creo estar enamorada y no es así... (Mirada asustada...) De todas formas tu sabrás... porque de estas cosas tu sabes mucho más que yo.

Me miraba intentando poner cara de atónito o sorprendido, pero su sonrisa picarona le delataba. Pero ¿por qué se asustó cuando le dije que quizás no lo estaba? Misterio...

Acto seguido continuamos hablando de otras cosas sin darle más importancia al asunto ¿para qué, si ambos ya lo sabíamos desde hace años? Y me sentí traquila. Relajada. Y seguí jugando con sus dedos y su pecho. Su respiración también se hizo más suave y relajada... Esos fueron momentos de intensa paz para ambos. Él no tenía que fingir conmigo una ternura que no sentía y que con sus otras amantes se esforzaba en demostrar, ni utilizar palabras que consideraba ñoñas y le hacían sentir ridículo pero que tenía que usar para no ser rechazado y no mosquear a la pareja de turno. Conmigo todo estaba bien. Podía ser y mostrarse tal cual era. Y eso, sin darse cuenta siquiera, le hacía ser mucho más tierno y cariñoso de lo que nunca imaginará. Sencillamente era él. En el más amplio sentido de la palabra.

Nunca imaginé que podría ser capaz de confesarle mi amor y mucho menos que sucedería de una forma tan natural y que me sentiría tan bien. Imaginé que si alguna vez lo hacía me moriría de vergüenza y que él pondría el grito en el cielo y desaparecería. Pero nada de esto ha pasado. Supongo que las cosas suceden cuando lo tienen que hacer, porque para nada fue premeditado. En cuanto a mis complejos y mis miedos, los echó a todos por la borda en un santiamén.

Si... definitivamente hoy estoy muy feliz. Pero con una felicidad serena... tranquila... porque no es euforia, sino felicidad que emana del corazón porque por fin en él salió el Sol.


Mil besitos dulces
Vuestra isla encantada....




lunes, 19 de marzo de 2012

Por fin vuelve a amanecer en mi día

Mi querido Lobo,

Todavía no me puedo creer que estemos a punto de volvernos a ver. Estoy tan nerviosa... pero tan feliz, que esta noche me será imposible conciliar el sueño, solo que esta vez no será por aguantar mis ganas de llorar al no tenerte entre mis brazos, sino por los nervios de precisamente todo lo contrario, pues por fin voy a sentir de nuevo tus caricias sobre mi cuerpo y tendré entre mis carnosos labios esa parte de ti que tanto deseo y aprecio.

¿Seré capaz de aguantar sin tocarme hasta que llegue la mañana? Porque solo de pensar en lo que nos espera ya mi piel se eriza y todo mi cuerpo tiembla por entero. Y para colmo de males, te empeñaste en poner la cámara para enseñarme tu nueva depilación mientras hablábamos por el messenger. Pero mira que llegas a ser malo... jajaja... La verdad es que me sorprendió mucho porque nunca has querido utilizar la cámara, pero lo que más me sorprendió es que me pidieses que me tocase mientras me hablabas. Eso en ti es tan raro...

Lo malo es que me pillaste tan desprevenida que fui incapaz de cumplir tus órdenes. Menos mal que fuiste benevolente conmigo y no te enfadaste (supongo que por la alegría que sentías de que al fin nos pudiésemos ver) pero eso si, no desperdiciaste la oportunidad de darme las instrucciones oportunas para nuestro encuentro. Si es que... está visto que nunca cambiarás. Y para no cabrearte y mostrarte lo que sabes te has perdido durante casi dos años, si que accedí a mostrarte mis pechos tal como me pediste, mientras duró toda la conversación. Para que veas que tu niña no es tan mala como a veces quiere aparentar. ¿O Si? jijiji

Pero claro, eso tuvo un efecto: Que al final no me pude estar quieta y en cuanto acabamos de hablar y apagué el ordenador, mis manos volaron solas hacia mi sexo porque estaba para reventar tan solo de haber escuchado tu voz y haber visto tu sonrisa picarona y esos ojos que dicen tanto si decir... Porque no hay duda que eres malo, muy malo. Mira que enseñarme tu nuevo look penil... ¡Así cualquiera no se pone nerviosa!

Aixs....  Que larga se me va a hacer la noche.

Mil besitos de miel y canela de tu Julia,
Que por fin mañana si será Tu Isla Encantada, esa isla en la que te perderás al fin entre mil deseos satisfechos.