Mi querido amigo,
Hoy hablé con él y me hizo feliz sentir de nuevo su voz. Pero no puedo seguir así, con esta angustia por no poder verle. Si tan solo me dijese que me quiere... O simplemente que se acuerda mucho de mí y me echa de menos... Pero no. Hablamos como si no hubiese pasado el tiempo, como si nos hubiésemos visto ayer mismo... Y esto, aunque es bonito porque veo que nuestra relación sigue igual, por otro lado me duele porque da la impresión de que a él le da lo mismo, que no alberga ningún sentimiento hacia mí, ni bueno ni malo. Y esto indefectiblemente llevará a la frialdad y al alejamiento, mientras que con sus otras amigas va reforzando los lazos de amistad y algún que otro sentimiento... Sobre todo con una de ellas.
A esta mujer la conoció después que a mí pero es con la única que está durando y a la que ya le tiene mucha confianza. Sin ella saberlo, siempre le he tenido miedo porque sé que al final acabarán juntos y así se lo dije hace tiempo, pero él me lo negó riendo. Y hoy, al volverme a hablar de ella y decírselo de nuevo, ya no ha sido tan frío y reticente en su respuesta. Hoy me reconoció que la quiere. A su manera, claro, pero la quiere... Y según me contó así se lo confesó a ella el otro día.
Yo sé que no le puedo exigir ni prohibir nada porque tampoco se lo puedo dar, pero duele... duele mucho.
Ella por su parte siempre ha sabido jugar muy bien sus cartas y hacer que él caiga "a cuatro patas" en sus redes. Cosa que ya le advertí en su día y de la que se rió llamándome tonta, pero a la vista está que por desgracia no me equivoqué. Y es por eso que le tenía miedo, porque veía su juego y sabía que yo no estoy preparada ni quiero, para actúar así; no me gusta. Yo soy demasiado directa, nada sutil, y digo las cosas tal cual las siento. Tampoco sé trazar planes para que las cosas vayan a mi favor, y es por esto que sabía que ella acabaría enamorándolo.
Por ejemplo, hoy cuando me explicaba la conversación que mantuvieron el otro día, me decía todo emocionado el punto de vista de ella sobre los hombres y lo bien que esta mujer le comprendia... Yo callé, sonreí al otro lado del teléfono, y le dije que me alegraba mucho por él. Cuando en realidad lo que tenía ganas de decirle era que se dejase de tonterías y abriera los ojos, pues todo lo que le había dicho como algo salido de su propia reflexión y comprensión, era nada más y nada menos que un capítulo sacado del libro "Por qué los hombres quieren sexo y las mujeres necesitan amor" Libro que dicho sea de paso, me compré este pasado mes de abril, solo que yo no utilizo los pensamientos y conclusiones de los demás como míos propios. Sí que puedo hacer algún comentario sobre algo leído en algún sitio, pero nunca diré ni daré a entender que son míos. Por eso ella a sus ojos siempre ha estado por encima de mí respecto a -según él- lo inteligente, lo bien que habla y la conversación tan amena que tiene. Pero mira por dónde, hoy la pillé y demostré que mi intuición era cierta. A parte, de que cuando hemos estado juntos, nunca hemos tenido casi tiempo de hablar, solo de amarnos, y si lo hemos hecho, casi siempre le he escuchado porque él necesitaba desahogarse, o simplemente contarme sus batallitas.
Por otro lado, nunca he sabido cómo ponerle los dientes largos a un hombre. Él me ha tenido que enseñar casi todo lo que sé, y claro está, me enseñó a satisfacerle y a que haga todo lo que él quiere sin protestar y como más le gusta, y si me rebelo me amenaza con no volver a verme. Aunque confieso amigo mío, que esto último ya casi no le funciona porque me dí cuenta que le encantaba cómo había aprendido, con lo cual, supe que me podía rebelar porque él siempre volvería (recuerda cuando se empeñó en lo del trío) Pero esto no quita para que tenga miedo, mucho miedo...
Hoy supe que nuestros días están contados. Que ella es muy paciente y esperará hasta que se canse de corretear y se refugie de manera perenne en sus brazos. Y cuando esto suceda yo pasaré no a un segundo plano donde siempre he estado, sino al plano del olvido porque nuevamente me pedirá que seamos solo amigos.
Y yo cederé. Callaré. Y esperaré...
Tuya con tristeza,