viernes, 26 de marzo de 2010

Juguemos...




Mi querido Lobo,

Desde que recibí tu msn avisándome de que venías, mis nervios salieron a flote y ya no los pude calmar hasta llegar a tu encuentro.

Mientras leía tu e-mail con las instrucciones oportunas (como siempre) el miedo y mi líbido subieron como la espuma. No sabía si estaba más asustada que emocionada, pues por fin iba a estrenar "mis juguetes".

Al verme, una amplia sonrisa iluminó tu cara, pero acto seguido empezaste a "relatar" no recuerdo por qué, intentando disimular el placer adelantado que ya presentías, pero tus ojos picarones y tu sonrisa mal disimulada te delataban, y eso a mí todavía me ponían más ansiosa por tenerte entre mis manos y ver si sería capaz de arrancarte aullidos de verdadero placer (aunque a juzgar por tus gritos y reacción final, creo que lo conseguí :p )

Cuando llegaste ya lo tenía todo dispuesto para no hacerte esperar, pero tú me tenías reservada otra propuesta: Hacerme fotos mientras te daba placer con mi boca.

No sé si la idea te surgió en el momento, o ya lo tenías preparado de antemano, pero a pesar de mi sorpresa inicial no pude negarme y te di mi permiso. Tal vez porque sé que eres noble y confío plenamente en tí, o quizás porque tengo una vena exibicionista que estuvo oculta hasta ahora... Pero el caso es que accedí a ello y tengo que confesar que me divertí bastante, pues como siempre me pasa, no sé negarte nada y estando contigo me siento la mujer más bella del universo.

Cuando por fin llegó la hora de "jugar", confieso que la aprehensión y el deseo se daban la mano en mi interior, pues nada más verte lubricando ese -para mi entender- enorme dildo mientras me calmabas con tu voz, ya ardía en deseos a pesar de mi miedo.
Al principio me hacía daño y estaba tan espantada que no quería ni mirar, pero eres tan hábil con tus manos manejando estos cacharros, que fuiste tu el que al final conseguiste arrancarme gritos de placer al no poder controlar mis orgasmos.

Nunca me había pasado esto de tener uno tras otro y tan intensos... Tanto es así que tuve que rogarte que parases porque creía que me iba a dar algo. Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando riéndote me dijiste que lo habías introducido por entero dentro de mí. Eso no era posible... Seguro que me estabas mintiendo... Pero tus ojos y la panzá a reír que te estabas dando no mentían.

Acto seguido me diste los consejos oportunos para poder utilizarlo a solas, aunque creo que no será tan placentero y bonito, pues lo que más me excitaba era el saberme expuesta y vulnerable ante tí... el saber que dependía de tí... de tus manos para producirme placer o dolor, de tu voz... pues aunque te parezca extraño ésta es una de las cosas que más me atraen de tí. Pero aún así, a pesar de habérmelo pasado muy bien, eché mucho de menos tus manos acariciando mi parte más íntima, tu hermoso y erecto pene dentro de mí... pues la calidez y las sensaciones que producen, no pueden ser compensados ni por el juguete más sofisticado. Aunque reconozco que como curiosidad no está nada mal, pero considero que es más bien para usarlo a solas, pues si te tengo delante de mí prefiero disfrutarte por entero.

Como tú te habías reído de mí, ahora me tocaba a mí divertirme a tu costa. Así es que te tumbé boca arriba y te enseñé amenazadoramente el dildo anal que te había comprado, y creo que conseguí poner cara de mala porque te espantaste un poco y me rogaste que tuviese mucho cuidado.

Pero dime Lobo, ¿acaso creías que sería capaz de lastimarte? Con lo que yo quiero a mi Lobito... (aunque confieso que me encantó ver tu cara apurada por unos momentos jijiji)

No me digas que no fuí delicada...

Empecé a introducirlo muy poco a poco al tiempo que disfrutaba de tu pene en mi boca. Ahora eras mío, estabas a mi merced y lo haría como yo quisiera, pues estabas tan concentrado en disfrutar de todas las sensaciones que te producía, que olvidaste por completo tus instrucciones.

Yo lamía... succionaba... besaba... A mi ritmo, justo como yo quería, pues no sé quién estaba obteniendo más placer, si tú al dejarte llevar... o yo, al ver tu cara y reacciones. Y al final, estallaste en mil pedazos aullando como hace tiempo no te oía, y al igual que me pasó a mí, hice que te tocaras para que comprobaras cómo el dildo estaba dentro de tí por completo.

Aixssss... mi Lobito, lo pasamos tan bien, que el resto de juguetes tendrán que esperar por el momento.



Mil besitos juguetones con todo mi cariño,


Julia

Tu Isla encantada...

viernes, 19 de marzo de 2010

Cabalgar en libertad

CABALGAR EN LIBERTAD

Me gusta cabalgar así... Desnuda...
Sintiendo como el aire y el sol acarician suavemente mi cuerpo desnudo
Mientras mis pechos se mueven al compás de su lento galopar
Es así como me siento libre... hermosa... Como una diosa.
Igual que cuando tú estás conmigo y te cabalgo a mi ritmo,
Sin prisas... Paladeando y disfrutando de este inmenso placer
Sentir mis piernas abiertas, acariciando con mis muslos su cuerpo fuerte y hermoso...
El roce de mi sexo sobre su sedosa piel,
Hacen que salgan mis jugos internos sin querer ni poder contenerlos a penas,
Pues con ellos, se lustra y embellece más si cabe,
La piel de este precioso y magnífico animal.

Sí amigo mío... Cabalgar así es todo un placer...




Julia,
Tu Isla Encantada

domingo, 14 de marzo de 2010

DE COMPRAS...



Hola mi querido amigo,

Hace un par de semanas me decidí al fin y fui a comprar los "juguetitos" que me había encargado mi Lobo. Ni te cuento lo mal que lo pasé cuando me decidí a entrar a la tienda, pues una cosa era imaginármelo y otra entrar allí y pedir ciertas cosas... Como me conozco, le pedí a una amiga que me acompañase porque yo me veía incapaz de ir sola y antes de entrar telefoneé a mi Lobito para ponerle los dientes largos y preguntarle exactamente qué era lo que deseaba. Casi se cae del susto porque nunca creyó que fuese capaz de tal hazaña. El muy bandido se moría de ganas de estar allí con nosotras tan solo por ver los apuros que sabía íbamos a pasar, pero como a disimular no me gana nadie, por teléfono le hablé como si lo que estaba a punto de hacer fuese lo más normal del mundo para mí, (aunque no sé si me creyó a juzgar por sus risas)

En fin, que allí estábamos las dos, frente a la puerta del sex shop dispuestas a entrar y pedir que nos enseñasen los artilugios que queríamos, pero claro, ¿cómo pedirlos? ¿qué pensaría la dependienta de nosotras? Y para colmo de males justo un minuto antes entró un hombre que estaba buenísimo, con lo cual, se nos complicaba la cosa, pues no es lo mismo pedirle a una chica a solas ciertas cosas, que hacerlo delante de un "tio bueno" Así es que se imponía una buena estrategia: Diríamos que buscábamos un dildo para otra amiga a la que le queríamos hacer una broma. Y con esta historia nos decidimos a entrar en la tienda de las mil y una delicias.

El primer problema nos vino cuando nos enseñó unos pequeñitos muy graciosos que parecían gusanos -tenían ojos pintados y todo- A ver quién le decía que no, que queríamos uno a tamaño natural, si ya habíamos dejado bien claro que era para hacer una broma. Menos mal que la chica nos caló enseguida y aguantándose la risa nos abrió un armarito donde había montones para elegir al tiempo que nos explicaba las lindezas y características de cada uno de ellos. La verdad, nunca imaginé que hubiesen tantos modelos y menos que fuesen tan reales. Ante mis dudas, fue mi amiga la que lo eligió, pero solo de tenerlo en mi mano ya me espanté, pues a mi entender era demasiado grande y encima ¡hasta se movía solo! (lo siento JAVIER D. no te hice caso y lleva pilas) También le pedimos otro para el "trasero" pues no me quiero perder la cara de mi Lobo cuando le amenace con él... (jijiji...) Aunque eso sí, le compré un buen lubricante por si llegado el caso me deja que juegue con su culito (para que veas que no soy tan mala) También compramos un par de cositas más, pero lo más importante es lo bien que nos lo llegamos a pasar mirando, tocando, y preguntando por todas aquellas cosas tan maravillosas y algunas de ellas raras, que vimos allí, pues pasados los primeros minutos de angustia y una vez se hubo marchado el hombre, se nos fue la vergüenza y nos lo pasamos "pipa" Tanto es así, que incluso cogimos tarjetas para llamar y hacer en nuestra casa junto con varias amigas más la "maleta roja" Así podríamos tocar y comprobar a nuestras anchas todo lo que quisiéramos. Y quién sabe... a lo mejor hasta me decido a comprar cosas que en un primer momento me espantaron un poco pero al mismo tiempo despertaron mi líbido...

Nada, que al final hasta me voy a aficionar a estos juguetitos ;p

Lo malo de todo esto es que todavía no he podido ver a mi Lobo y yo sola no me atrevo a usarlos. Puede ser por vergüenza -aunque ya sé que nadie se enteraría- por miedo, o simplemente porque me hace ilusión estrenarlos con él. Pero el muy bandido me hace sufrir esperándolo porque sabe que lo deseo con todo mi ser, y vendrá a mí cuando considere que ya esperé lo suficiente.



Besitos suaves y cargados de deseo mi buen amigo,

Julia
Tu Isla Encantada...

miércoles, 10 de marzo de 2010

YA ESTOY AQUÍ DE NUEVO...




Hola a todos,

Como habéis podido comprovar he estado mucho tiempo sin poder conectarme porque soy tan patosa con esto de los ordenadores, que me cargué mi portátil y me lo han tenido que configurar todo. Pero no contenta con ello, la misma noche que lo recogí del informático, cuando estaba tratando de organizar todos mis escritos, imágenes y demás... me desapareció un icono del escritorio y al intentar rescatarlo del disco duro... ¡ZAS! me lo volví a cargar todo. Con lo cual, al día siguiente tuve que ir corriendo a llevarlo de nuevo para que lo volviesen a configurar y le descargaran otra vez todos los programas.

Ni os cuento la cara que puso el pobre chico cuando lo vio, ni la panzá a reir que se dio con mi historia. Claro que luego se vengó con la factura... Pero bueno, lo importante es que ya estoy aquí, dispuesta a seguir escribiendo mis cartas y a visitaros a todos y leer vuestras aventuras y desventuras, pues os he echado muchísimo de menos.

Y si... no me he olvidado que os tengo que contar qué tal me va con los "juguetitos" o si no me he atrevido ni a comprarlos... Pero antes, quisiera pasar a saludaros a todos,


Mil besitos dulces,

Julia, vuestra Isla Encantada...