domingo, 26 de septiembre de 2010

Mi reacción a tu "carta"

Mi querido Lobo,

¿Qué te puedo decir ante todo esto que ya no sepas? Cuando acabé de leer tu mail, a pesar de lo burdas de tus palabras unos celos locos tomaron posesión de mí y sin pensármelo dos veces te contesté al mismo dándote un adios definitivo, pero para mi sorpresa me contestaste fría y calculadoramente diciéndome que eso era lo mejor que podía hacer y que me deseabas lo mejor...

Ya no era como las otras veces en que ni me hacías caso y me decías que el "adios" lo dirías tu. O bien, cuando me seguías la corriente pero entre líneas se leía que no deseabas terminar. Esta vez era distinto, sencillamente me decías adios y me recomendabas que me buscase otro amante que fuese capaz de darme lo que yo necesitaba.

No podía dar crédito a lo que leía y me sentí muy triste, pues nunca imaginé que después de tantas peleas como habíamos tenido en los años que llevábamos juntos, todo acabaría por culpa de mis celos y por no haber sabido leer entre líneas, pues a la mínima que se analiza tu escrito -y conociéndote- se ve claramente que inventas varias cosas tan solo para darme celos. Y mucho menos, que estuvieses deseando que te dijera "adios" para cogerme la palabra al vuelo. Pasé un día fatal pero a última hora de la tarde te telefoneé porque no me quería marchar de viaje con esa pena, y me sorprendió mucho ver que cogiste el teléfono al primer timbrazo ¿acaso me estabas esperando Lobito? ¿o eran tus ganas de hacer las paces y tus remordimientos por comportarte tan mal conmigo las que te mantenían en vilo?

Como siempre ocurre, estuvimos hablando cordialmente. En tu voz se notaba el anhelo y el miedo al adios, y en la mía la tristeza por perder a un buen amante y una bonita amistad. Pero ninguno de los dos lo queríamos, así es que te faltó tiempo para decirme que me habías seguido la corriente porque sabías que yo no hablaba en serio y que volvería de nuevo, que si me habías contado todo eso era porque sabías que me gustaban los relatos eróticos, no para hacerme daño... Y a lo largo de nuestra conversación sentí que a pesar de todo lo que nos pasara e hiciéramos, estábamos muy unidos, más de lo que ambos quisiéramos, y que pase lo que pase y a través del tiempo y la distancia, siempre habrá ese "algo" que nos une y nos mantiene muy cerca al uno del otro...

Adios mi Lobo, hasta muy pronto
Tuya para siempre,



jueves, 23 de septiembre de 2010

Antes de marchar...

Mi querido amigo,

Hace más de una semana que volví de mis vacaciones y todavía no me he puesto en contacto con mi Lobo. Por un lado lo deseo, pero por otro, quisiera esperar para ver hasta dónde llega... saber si me echa de menos y cuánto tiempo aguantará sin saber nada de mí. Pero soy realista y sé que aunque piense en mí alguna que otra vez, no dirá ni hará nada para demostrarme que soy yo la que no sabe estar sin sus noticias.

Aunque después de lo que pasó el día antes de mi partida, no sé si atreverme, o dejar pasar más tiempo... Pues una vez más tuvimos una pelea en la que me despedí definitivamente de él después de leer el e-mail que me envió. En él me describía con pelos y señales, cómo había sido la última cita con su nueva "novia" alegando que eso sí era erótico, no las "memeces" que yo escribía en mis "Cartas..."  y me instaba a que lo publicara siempre y cuando no cambiase ni una coma de su escrito, para que comparase y viese que era así como había que contar las cosas, sin tanta floritura ni adorno como yo utilizaba, que eso gustaba mucho más, y así de paso también aprendería cómo era una buena sesión de sexo.

Pues bien... como este blog trata de las cartas que le escribo a mi Lobo, no tengo reparos en publicarlo tal cual me lo envió, pues no sería ético transformarlo y decir que es mío. Espero que te guste y disfrutes leyéndolo, a mí particularmente no me termina, pues pienso que se nota mucho que lo ha escrito un hombre porque va directo al grano y en su relato no se entrevé ni una pizca de cariño, sino sexo puro y duro.
... Me recibió con un vestidito cortito, blanco, y con los muslos que tiene no veas cómo estaba la tía. La cosa no podía empezar mejor. Hablamos y hablamos... y al final nos besamos, le metí mano a las tetas y coño (llevaba un tanguita) y le propuse de tomar yo una ducha rápida (ya supuse que ella iba bien duchada) y subir a la habitación. Con una sonrisa asintió dándome un beso. Cuando salí de la ducha, ya en pelotas me dirigí a la habitación, ella ya estaba allí, de pie, en tanga y sujetador. La atraje hacia mí y nos besamos mientras le sacaba el sujetador. La tendí en la cama y empezamos a besarnos nuevamente, de lado los dos.
Al rato me puse encima de ella y empecé a lamerle la parte interior de los muslos y las ingles y a meterle la lengua entre el tanga y la piel hasta rozar el chocho. Y luego, despacito, muy despacito le quité el tanga, le restregué el capullo por el clítoris hasta que ella misma me agarró la polla y se la puso en la entrada del coño y con la otra mano en el culo me empujó para que empezara a follármela.
Estuvimos un rato follando hasta que la desmonté y de rodillas frente a ella empecé a comerle el maravilloso chocho, ella empezó a jadear y a suspirar, y a gemir... hasta que volví a metérsela y volvimos a follar. Al cabo de un rato me apartó y se puso a cuatro patas: DIOS MÍO, QUÉ ESPECTÁCULO, pues en esta posición, follando a estilo perro tenía toda la panorámica de su enorme, pero hermoso y bien parido culazo. Ver mi polla entrar y salir y ver esa obra de arte de la naturaleza que es su culo (digno de hacer una peli porno) me hizo el tío más feliz del planeta en ese momento.
Empecé a darle cachetes en él cada vez más fuertes hasta que sonaban como latigazos y le puse las nalgas rojas, y ella chillando como una perra y pidiéndome... más fuerte, más fuerte!!!
Cuando noté que me iba a correr, paré y la volví a estirar de espaldas en la cama y vuelta a comerle el coño: Le succionaba los labios, le chupaba ahora un labio, ahora el otro... los dos a la vez... le metía la lengua en el agujero, un dedo en el culo y otro en el coño, y mi lengua no paraba de lamer y succionar el clítoris superinflamado... Y así hasta que empezó a jadear muy deprisa, a lanzar exclamaciones, a remover el culo y las caderas como una anguila (trabajo me costaba seguir con la boca enganchada a su coño) y de súbito ¡empezó a rugir! Lo lees bien, a rugir como una leona.
Tres, cuatro, cinco, seis rugidos fuertes, roncos, y a contorsionarse todavía más con espasmos en el vientre, muslos y piernas y empecé a notar como se derramaba en mi boca, como su fluído dulzón-salado, viscoso, entraba en mi boca y me lo tragué todo paladeándolo y sintiéndome muy macho.
Su corrida duró mucho, no paraba de moverse, suspirar, chillar, siempre con espasmos... hasta que su respiración se acompasó poco a poco, se tranquilizó y se quedó quieta, como muerta, respirando como si estuviese dormida... Levanté la cabeza y la atraje nuevamente hacia mí y empecé a follármela suavemente, lentamente... con cuidado porque tenía el clítoris enormemente inflamado y sensibilizado, hasta que empecé a incrementar el ritmo de la follada hasta que me pidió que me corriera ya. Le pregunté si estaba cansada y me dijo que no, pero que le dolían las ingles y entonces, sonriendo como un vicioso le dije que esta vez me correría en su cara. Ella sonrió como una puta y sin decir palabra asintió sacándome la lengua.
Cuando iba a correrme, se la saqué me puse de rodillas sobre su cara, y con una mano en la polla y la otra en los cojones, empezó a meneármela hasta que me corrí. Como hacía un par de días que no me había hecho ninguna paja (me reservé para ese día, pues intuía lo que iba a pasar) ¡¡¡No veas la leche que saqué!!! Por la cara, cuello, pelo, hombros... Cuando me soltó la polla y me miró a la cara, me incliné sobre ella y besándola, le lamí toda la cara y me tragué toda la leche que había en ella compartiéndola en un largo beso. Además de decirle que me encanta la forma en que se corre, como una perra en celo.
Ella se reía y decía que de la forma que le comía el coño... qué otra cosa podía hacer!!! 
Me abrazó, me besó... me dijo que follando soy normal pero que comiendo el coño soy un verdadero artista, se levantó y se fue a la ducha.

Y hasta aquí el relato de cómo fue exactamente la cosa.
Sin comentarios. Yo tengo mi propia teoría. Pero me gustaría saber la vuestra :)

Mil besitos mi querido amigo,







Julia,




viernes, 17 de septiembre de 2010

Se acabó...


Lo bueno y las tonterías de mi cabeza...


Hola mis queridos amigos,

Como veis ya llegué de mis vacaciones y vine con renovada energía y ánimos nuevos, pues este viaje me ha sentado estupendamente no solo para relajarme (cosa que necesitaba) sino para poner en orden mis ideas. Y es que en ese paisaje de ensueño todo cobra una realidad o dimensión diferente haciendo que los problemas desaparezcan y que una gran paz interior te inunde.

Al volver a la realidad te das cuenta de que los problemas que dejaste atrás siguen ahí, esperándote... solo que tu ya no los ves tan gordos ni graves porque algo en ti ha cambiado casi sin darte cuenta, y eso es lo que me ha pasado. Mirando atrás me doy cuenta de la idiotez de mi comportamiento respecto a mi Lobo, un comportamiento que me llevó casi a perderlo porque me volví incapaz de ocultar los celos tan terribles que me estaban corroyendo por dentro. Pero eso ya pasó. Ahora tengo las ideas bastante claras y sé lo que quiero y hacia dónde voy. Y lo que quiero es disfrutar de mi Lobito sin planteamientos idiotas ni nada por el estilo, solo disfrutar de nuestra pasión sin límites y sin ataduras.

Respecto al viaje qué os puedo contar... Que estuve en un país con unas gentes maravillosas y unos paisajes que tan solo con contemplarlos ya se expandía tu alma y una gran alegría recorría todo tu cuerpo. Hice varias excursiones porque quería absorver cuantas cosas pudiese de esa isla maravillosa, de sus costumbres, sus comidas, su filosofía de vida... etc.

No dudé en entablar conversación con las personas de allí y os aseguro que me han enseñado mucho, sobre todo a vivir la vida y a preocuparse tan solo de lo que realmente importa, no de nimiedades como hacemos aquí. He comido y bebido cosas nuevas, he hecho amistades, he reído, bailado, me he divertido... pero aunque parezca mentira estaba tan relajada y feliz que no tenía ganas de hacer el amor, pues por las noches caía tan rendida en la cama que solo deseaba dormir para poder continuar al día siguiente con el mismo ritmo. Claro, que si eso era así es porque no estaba con mi Lobo, pues estoy segura que de haber ido con él las cosas hubiesen sido bastante diferentes, pero para bien o para mal él no estaba allí y yo lo desechaba de mi mente cada vez que aparecía porque solo quería disfrutar al máximo de mi maravilloso regalo. Un regalo que nunca olvidaré y que he exprimido al cien por cien.


Mil besitos desde mi isla encantada,









Julia


*Ahora sí puedo decir que sé lo que es una verdadera isla de ensueño : p)

viernes, 3 de septiembre de 2010

CERRADO POR VACACIONES



Mis queridos amigos,

Hoy estoy feliz aunque algo nerviosa -lo reconozco- porque dentro de unas horas me voy de vacaciones ¡AL CARIBE! Si... tal y como leéis. Si no pasa nada en unas horas estaré volando rumbo a Punta Cana y sus playas paradisiacas. 

Todavía no me lo puedo creer, y eso que llevo una semana que no he parado preparando las cosas: pasaporte, ropa adecuada, protector solar, medicamentos... etc. Pero ha pasado todo tan rápido que me parece mentira y no me hago todavía a la idea de que esté a punto de hacer un viaje así, y más cuando este verano no teníamos previsto ir a ningún lado por todo esto de la crisis económica, pero mi familia me ha querido dar una sorpresa adelantándome el regalo de cumpleaños porque este próximo noviembre cumpliré la friolera de cincuenta añitos, y claro, en noviembre como que no apetece mucho viajar. Aunque reconozco que no me importaría volverme a ir, pues si hay algo que me encanta sobremanera (a parte del sexo con mi Lobito) es viajar y conocer sitios, costumbres y personas nuevas.

Bueno amigos míos, ya os contaré a la vuelta... Del viaje, y de la relación con mi Lobo, pues ayer mismo estuvimos hablando de nuevo por teléfono para despedirme de él hasta mi regreso y arreglamos algunos malos entendidos. Pero todo esto tendrá que esperar. Ahora solo tengo el tiempo justo de deciros  ¡Hasta pronto! Cuidaos mucho y sed buenos. O sea, que no hagáis lo que yo haría... jijiji ... O mejor dicho, sí, hacedlo y disfrutad como locos, que la vida es breve y hay que vivirla a tope y lo mejor que se pueda.


 Mil besitos para tod@s con todo mi cariño,








Nos vemos a la vuelta...