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jueves, 16 de agosto de 2012

Emociones Encontradas...


Mi querido amigo,

Como ves estoy de nuevo aquí escribiéndote mis cartas, esas cartas tan íntimas y personales... Cierto que lo quise dejar, no por nada, sino porque la tristeza me ahogaba y era incapaz de escribir. Pero mi deseo de poder comunicarme y ser comprendida es mayor que todo eso y por ello vuelvo donde lo dejé, porque en realidad nunca lo he llegado a dejar del todo, ya que mentalmente seguía escribiendo estas tórridas cartas a mi Lobo y a ti, mi amigo incondicional.



Emociones encontradas....

Llegó y se fue... Al principio creí sentirme mal, como que algo me faltaba... pero no es así. Estoy feliz. Tranquila. Por una vez hemos sido sinceros y hemos hablado bastante. Se dejó abrazar... me dejé abrazar... dormitar entre sus brazos con mi cabeza en su pecho mientras él se recuperaba y hablaba... Me contaba de su última novia pero no sin antes preguntarme si deseaba oírlo. ¿Cómo decirle que no? a pesar de mis temores deseaba saber... Y estaba tranquila. Segura. Tanto, como nunca lo había estado.

Cuando dudo, cuando el "curcó" de mi cerebro ataca, solo tengo que pararme y decir: "A ver Julia, ¿qué sientes? mira en tu interior sin pensar y mira qué sientes, que te dice..."  Y entonces renace la calma o la alegría.

Otras veces -como hoy- es una seguridad que no se expresar en palabras porque no sé de dónde viene ni por qué, pero no me importa. Hace tiempo que dejé los razonamientos para guiarme por los impulsos y confieso que desde entonces me va mucho mejor y me ha quitado mucha angustia.

Hoy, era como saber desde el fonde de mí que nunca le perderé. Que hay algo mucho más fuerte que lo físico que nos une y siempre lo hará. Por eso no pude sentir celos ni nada parecido cuando me hablaba de ella. Al contrario... le dije con sinceridad que esta mujer me gustaba para él. Es más, según que cosas me explicaba, pensé que me gustaría tenerla como amiga, pero para nada como enemiga porque en ese caso tenía que ser tremenda.

Nos reímos pero no de ella, sino de nosotros mismos. Éramos como dos niños pequeños y de verdad que me alegré mucho por él, porque me dio la impresión de que yo ya no podré estar mucho tiempo con él ni en esta bendita Tierra...

En un segundo comprendí que mi cuerpo no aguantará mucho más y me sentí como una madre que puede descansar al fin sabiendo que su hijo está en buenas manos. (Algún día os explicaré por qué estas reflexiones)

Nos levantamos, nos arreglamos... y seguimos hablando de otros temas. Le dije que él en realidad no sabía nada de mí, que no me conocía ni sabía nada de mi interior (pero sin acritud, simplemente constatando un hecho) y cuando se marchó una gran sonrisa iluminaba su cara porque al fin conseguí que cayesen todas sus barreras.


Si... hoy por fin salió el Sol en mi vida y llegó la primavera. No solo en la naturaleza, sino en mi corazón.

Hoy es un día a recordar... (20 marzo de 2012) Por mi cambio interior y porque le declaré como si tal cosa que le quería, cuando estábamos abrazados.

No fue un "te quiero" ni nada por el estilo, fue algo natural que salió en mitad de la conversación, simplemente y en el mismo tono en que hablábamos le dije que yo también le quería... Se quedó parado como sin dar crédito a lo que oía y entonces continué:

- Si... ya sabes que estoy enamorada de ti, que siempre lo he estado, desde el principio. Desde el día que te conocí.
-Nunca me lo habías dicho -contestó- No lo sabía... Siempre me decías que estabas enamorada de tu marido y que lo mío era solo sexo.
-Claro, porque te conozco y sé que hubieras salido corriendo. Te lo decía para no perderte. Pero no te hagas el tonto porque siempre lo has sabido incluso mucho mejor que yo. O a lo mejor, es que creo estar enamorada y no es así... (Mirada asustada...) De todas formas tu sabrás... porque de estas cosas tu sabes mucho más que yo.

Me miraba intentando poner cara de atónito o sorprendido, pero su sonrisa picarona le delataba. Pero ¿por qué se asustó cuando le dije que quizás no lo estaba? Misterio...

Acto seguido continuamos hablando de otras cosas sin darle más importancia al asunto ¿para qué, si ambos ya lo sabíamos desde hace años? Y me sentí traquila. Relajada. Y seguí jugando con sus dedos y su pecho. Su respiración también se hizo más suave y relajada... Esos fueron momentos de intensa paz para ambos. Él no tenía que fingir conmigo una ternura que no sentía y que con sus otras amantes se esforzaba en demostrar, ni utilizar palabras que consideraba ñoñas y le hacían sentir ridículo pero que tenía que usar para no ser rechazado y no mosquear a la pareja de turno. Conmigo todo estaba bien. Podía ser y mostrarse tal cual era. Y eso, sin darse cuenta siquiera, le hacía ser mucho más tierno y cariñoso de lo que nunca imaginará. Sencillamente era él. En el más amplio sentido de la palabra.

Nunca imaginé que podría ser capaz de confesarle mi amor y mucho menos que sucedería de una forma tan natural y que me sentiría tan bien. Imaginé que si alguna vez lo hacía me moriría de vergüenza y que él pondría el grito en el cielo y desaparecería. Pero nada de esto ha pasado. Supongo que las cosas suceden cuando lo tienen que hacer, porque para nada fue premeditado. En cuanto a mis complejos y mis miedos, los echó a todos por la borda en un santiamén.

Si... definitivamente hoy estoy muy feliz. Pero con una felicidad serena... tranquila... porque no es euforia, sino felicidad que emana del corazón porque por fin en él salió el Sol.


Mil besitos dulces
Vuestra isla encantada....




domingo, 7 de agosto de 2011

Recomponiendo mis vestiduras...

  Mi querido Lobo,

Una vez más la desgracia tocó a mi puerta y perdí a otro amigo. Alguien muy especial para mí que siempre me ayudó en los momentos más duros de mi vida y ahora ya no está...

Si, ya sé que la muerte como tal no existe, que nuestra alma es eterna y sigue bien viva su camino de evolución, pero duele... duele mucho no poder verle físicamente ni abrazarle o pedirle un consejo.

Él era una de estas personas que piensan más en los demás que en sí mismo, alguien siempre dispuesto a ayudar aún en detrimento suyo. Él fue mi guía en muchos momentos de mi vida, me enseñó casi todo lo que sé de metafísica y consiguió que aprendiera a relajarme y dormir sin necesidad de tomar pastillas en una época de mi vida donde todo lo veía negro. Él era en definitiva un ser especial.

Y ahora ya no está.

Quizás por esto es por lo que encontré al final las fuerzas para volver a escribir, porque comprendí dentro de mí (no como una mera teoría) que la vida son dos días y hay que disfrutarla al máximo. Esto es algo que siempre supe, pero la pérdida de mi gran amiga y la separación forzosa de mi Lobito me sumieron en una depresión y apatía difícil de superar. Ni tan siquiera podía ir a veros a vuestros bellos blogs cargados de erotismo y pasión porque me recordaban demasiado a mi Lobo y me echaba a llorar. Por eso decidí dejar todo y adormecer mi cuerpo y mis sentidos.

Pero la pérdida de otro buen amigo me hizo reaccionar. Yo estoy viva. Estoy en un cuerpo de carne que siente, que ama, que necesita ser amado, mimado, cuidado...  Y lo primero que hice fue escribirle a mi Lobito contándole lo que me pasaba porque hasta de él me había alejado y ya ni le telefoneaba ni escribía. Su reacción no se hizo esperar y me llamó enseguida para intentar aliviar mi pena y dejar bien sentado que él estaba ahí... que siempre estaría conmigo a pesar de las distancias y circunstancias.

Está visto que es un verdadero cielo y que por más que queramos siempre estaremos unidos. Sus palabras de aliento en ese momento y sus consejos con otros problemas que me han ido apareciendo a lo largo de estos meses, dejan bien sentado su cariño por mí. Es más, nunca nadie me ha defendido de los ataques de los demás, siempre he tenido que ser yo sola la que me enfrente a todo porque ni mi esposo ha sido capaz de ello. Y cuando una va cumpliendo edad y se siente cansada, es muy de agradecer que haya alguien que coja las riendas y saque la cara por ti para evitar que te sigan vapuleando y tratando de idiota, pues el que te calles no significa que lo seas, sino simplemente que estás ya cansada de luchar.

Cansada de luchar... pero no de amar. Así es que queridos amigos, vuelvo a reabrir mis "Cartas" porque es más el dolor de no poder expresar y tener que callar lo que siento, que el que puedo sentir al rememorar mis peleas y revolcones con mi Lobito. Porque una vez pasado el momento de dolor por mi nueva pérdida, volvimos a pelearnos como siempre.

Como veis, es todo un cielo... ;D


Mil besitos de chocolate,

martes, 4 de enero de 2011

Estoy aquí...

Mis queridos amigos,

Si, vosotros, los que leéis mis cartas y me acompañáis siempre incluso en los peores momentos. Hoy por fin me senté frente al ordenador con la intención de escribirle una tórrida carta a mi Lobito, pero al releer vuestros comentarios tan cariñosos no pude por menos de intentar escribiros un bello poema o una carta maravillosa que os llegase al corazón para daros las gracias por tanto cariño, pues vuestros comentarios han sido como un bálsamo para mi alma. Sentirse querida en los momentos duros es lo mejor que hay en esta vida, pues sé que nunca estaré sola, y lo más importante: Que no me sentiré sola. Pues el sentimiento de soledad y abandono es más terrible si cabe que la misma soledad en sí, y esto amigos míos es algo que gracias a todos vosotros yo no experimentaré.

Mi intención como véis era muy buena, pero por desgracia no soy poeta ni una gran escritora, así es que me temo que os tendréis que conformar con estas cuatro patosas letras que se resumen en tres palabras:

 MUCHAS GRACIAS. OS QUIERO UN MONTÓN

Está visto que ni el dolor es capaz de cambiar mi forma tan bruta de ser. Y yo que pensé que de esta saldría más refinada... En fin, amigos míos, nos vemos en mis cartas como siempre, tal cual soy, apasionada, cariñosa (eso creo) y brutota, echándo de menos a mi querido Lobito.

Mil besitos de turrón y miel
¡FELIZ AÑO NUEVO!


Vuestra Isla Encantada...



miércoles, 28 de abril de 2010

Abrázame...

AMIGO MÍO,
TAN SOLO ABRÁZAME...


Abrázame con fuerza, no me dejes caer en el abismo de mi mente...
Ámame con toda tu alma para que pueda llenar el vacío de la mía.

No me dejes pensar... No me dejes hablar y ni tan solo soñar
No quiero sentir, ni llorar...

Solo quiero ser amada con brutalidad, con pasión desenfrenada.

Quiero que me hagas mujer, que me hagas sentir la persona más sensual y perfecta de todas con las que te has encontrado.
Que me ames como amarías a la mujer más bella del universo...
Que saques a la puta que hay en mí...

Quiero en definitiva, sentirme hembra...
Mujer, en el más amplio sentido de la palabra